Los pasados 26 y 30 de junio se realizaron las audiencias del caso de Gatillo Fácil que el Frente Antirrepresivo viene denunciando y difundiendo desde septiembre del 2007 cuando Roque Benítez fusiló por la espalda a Carlos Suárez, que estaba desarmado.
El día lunes 6 de julio a las 12:30 Hs. comenzamos a concentrar a la espera del fallo junto compañeros de varias organizaciones, quienes no estábamos dispuestos a que se pierda en la indiferencia otro caso de Gatillo Fácil. Finalmente, a las 13:00 Hs., se dictó la indignante sentencia:
“(la conducta) la estimo como un estado de hecho, de necesidad y no buscado por quien se defiende contra una acción de peligro actual, todo ello tendiente a evitar el agravio y no sancionarlo por lo que la misma resulta preventiva.
También debo decir que el mismo (la conducta homicida de Benítez) esta destinado a suplir en cierto modo a la actividad defensiva del Estado que por lo tardía haría al agravio irreparable”
“Por todo ello, citas legales y doctrinarias, este tribunal oral en lo criminal, por unanimidad, resuelve:
1) Absolver libremente a Roque Benítez (...) policía jubilado (…) respecto del delito de homicidio hecho este cometido en esta ciudad día 3 de septiembre de 2007 en perjuicio de Carlos Alejandro Suárez, por haber actuado el mismo en legitima defensa de su persona y de terceros. (…)
4) Restituir al imputado el revolver calibre 38 (…) y las correspondientes credenciales las que se encuentran secuestradas en la fiscalía. (…)
Los responsables del Gatillo Fácil tienen nombre y apellido; en primera instancia Roque Benítez, el asesino y su defensor el Dr. Allesa, quién pidió la absolución.
También la fiscal Andrea Gómez que en la segunda audiencia pidió solo tres años de pena en suspenso, legitimando la teoría del Exceso en la Legítima Defensa.
Los medios de prensa, que salvo algunas excepciones, no cubrieron el caso; y todos aquellos que permanecieron indiferentes.
Pero sobre todo responsabilizamos al Tribunal conformado por los jueces Carnevale, Martinelli y Sueyro, que en unanimidad, expresan el permiso de matar preventivamente ante la duda y, si por casualidad existe el estorbo de personas que reclamen por los derechos humanos de las víctimas, prontos a auxiliarlos estarán los guardianes de la “justicia”, absolviendo al homicida y devolviéndole su arma reglamentaria, por si la necesita para volver a asesinar a sangre fría.
El Frente Antirrepresivo se mantuvo en pedir la condena de homicidio (12 años) de cumplimiento efectivo.
POR TODO LO EXPUESTO APELAREMOS LA SENTENCIA , Y EN ESE MARCO LLAMAMOS A CONFERENCIA DE PRENSA EL DÍA 3 DE AGOSTO A LAS 10 HS. EN LA PUERTA DE TRIBUNALES.
martes, 21 de julio de 2009
martes, 7 de julio de 2009
"Sentencia ajustada a DERECHA"
Maldita Polcía, Maldito Poder Judicial, Malditos DDHH "K"
El pasado martes 30 de junio, se produjo la 2da. Jornada del Juicio por "Gatillo Fácil" contra el policía bonaerense retirado Roque Benítez. Prestó declaración testimonial su concubina, quien trajo al debate situaciones nunca antes conocidas. Planteó que dos personas, luego de levantar la persiana de su habitación, se mantuvieron allí durante unos 10 o 15 minutos. Mientras tanto, Benítez fue a la cocina desde donde efectuó, según su descarada defensa, "un disparo al aire para asustar a los cacos". La ventana de la habitación se encuentra a la izquierda del venti-luz de la cocina desde donde Benítez disparó hacia la derecha.
La realidad es que Benítez dio muerte a Carlos Alejandro Suárez, con su arma calibre 38 de un certero tiro por la espalda. Hirió su aorta y según los peritos murió a los 15 o 20 segundos. El perito criminológico dejó en claro que el disparo se produjo en paralelo a la tierra (¿Benítez no había disparado al aire? ¿…o disparó al horizonte?). El dato más esclarecedor obtenido en la audiencia es que dio este perito al demostrar que Carlos, al recibir el impacto mortal, se encontraba en movimiento en sentido contrario a la vivienda: al momento de ser fusilado no estaba generando peligro alguno para la persona ni los bienes del ex bonaerense. Nunca se intentó constatar que las huellas en la persiana fueran del pibe.
Ante este cuadro, la defensa (Mariano Ayesa, abogado de cuanto policía rinda cuentas por fusilar un pibe) solicitó la absolución. La fiscalía, corriéndose de lo que dijo al pedir la elevación a juicio y al formular acusación en el debate, negó que hubiera un “Homicidio (8 a 25 años)” y pidió 3 años por “exceso en la legítima defensa”.
Cuando decimos que si no basta con la complicidad de los camaradas de arma, la justicia aparece inmediatamente para salvar y proteger al asesino miembro de las fuerzas represivas del estado, este es el caso que lo grafica: lo exiguo de la pena requerida por la fiscalía tiene el beneficio de no cumplirla en prisión, pagando con “trabajo social“. Desde el Frente Antirrepresivo sostuvimos que el fusilamiento de Carlos debe provocar que el ex policía Roque Benítez pague con cárcel efectiva por 12 años.
El día lunes 6 de julio a las 12:30hs comenzamos a concentrar a la espera del fallo junto compañeros de varias organizaciones, quienes no estábamos dispuestos a que se pierda en la indiferencia otro caso de Gatillo Fácil. Finalmente, a las 13:00hs se dictó la indignante sentencia:
“(la conducta) la estimo como un estado de hecho, de necesidad y no buscado por quien se defiende contra una acción de peligro actual, todo ello tendiente a evitar el agravio y no sancionarlo por lo que la misma resulta preventiva.
También debo decir que el mismo (la conducta homicida de Benítez) esta destinado a suplir en cierto modo a la actividad defensiva del Estado que por lo tardía haría al agravio irreparable”
“Por todo ello, citas legales y doctrinarias, este tribunal oral en lo criminal, por unanimidad, resuelve:
1) Absolver libremente a Roque Benítez (...) policía jubilado (…) respecto del delito de homicidio hecho este cometido en esta ciudad día 3 de septiembre de 2007en perjuicio de Carlos Alejandro Suárez, por haber actuado el mismo en legitima defensa de su persona y de terceros. (…)
4) Restituir al imputado el revolver calibre 38 (…) y las correspondientes credenciales las que se encuentran secuestradas en la fiscalía. (…)
Con la misma, el Tribunal conformado por los jueces Carnevale, Martinelli y Sueyro en unanimidad, cristaliza el permiso de matar preventivamente ante la duda, y, si por casualidad existe el estorbo de personas que reclamen por los derechos humanos de las victimas, prontos a auxiliarlos estarán los guardianes de la “justicia”, absolviendo al homicida y devolviéndole su arma reglamentaria, por si la necesita para volver a asesinar a sangre fría.
El pasado martes 30 de junio, se produjo la 2da. Jornada del Juicio por "Gatillo Fácil" contra el policía bonaerense retirado Roque Benítez. Prestó declaración testimonial su concubina, quien trajo al debate situaciones nunca antes conocidas. Planteó que dos personas, luego de levantar la persiana de su habitación, se mantuvieron allí durante unos 10 o 15 minutos. Mientras tanto, Benítez fue a la cocina desde donde efectuó, según su descarada defensa, "un disparo al aire para asustar a los cacos". La ventana de la habitación se encuentra a la izquierda del venti-luz de la cocina desde donde Benítez disparó hacia la derecha.
La realidad es que Benítez dio muerte a Carlos Alejandro Suárez, con su arma calibre 38 de un certero tiro por la espalda. Hirió su aorta y según los peritos murió a los 15 o 20 segundos. El perito criminológico dejó en claro que el disparo se produjo en paralelo a la tierra (¿Benítez no había disparado al aire? ¿…o disparó al horizonte?). El dato más esclarecedor obtenido en la audiencia es que dio este perito al demostrar que Carlos, al recibir el impacto mortal, se encontraba en movimiento en sentido contrario a la vivienda: al momento de ser fusilado no estaba generando peligro alguno para la persona ni los bienes del ex bonaerense. Nunca se intentó constatar que las huellas en la persiana fueran del pibe.
Ante este cuadro, la defensa (Mariano Ayesa, abogado de cuanto policía rinda cuentas por fusilar un pibe) solicitó la absolución. La fiscalía, corriéndose de lo que dijo al pedir la elevación a juicio y al formular acusación en el debate, negó que hubiera un “Homicidio (8 a 25 años)” y pidió 3 años por “exceso en la legítima defensa”.
Cuando decimos que si no basta con la complicidad de los camaradas de arma, la justicia aparece inmediatamente para salvar y proteger al asesino miembro de las fuerzas represivas del estado, este es el caso que lo grafica: lo exiguo de la pena requerida por la fiscalía tiene el beneficio de no cumplirla en prisión, pagando con “trabajo social“. Desde el Frente Antirrepresivo sostuvimos que el fusilamiento de Carlos debe provocar que el ex policía Roque Benítez pague con cárcel efectiva por 12 años.
El día lunes 6 de julio a las 12:30hs comenzamos a concentrar a la espera del fallo junto compañeros de varias organizaciones, quienes no estábamos dispuestos a que se pierda en la indiferencia otro caso de Gatillo Fácil. Finalmente, a las 13:00hs se dictó la indignante sentencia:
“(la conducta) la estimo como un estado de hecho, de necesidad y no buscado por quien se defiende contra una acción de peligro actual, todo ello tendiente a evitar el agravio y no sancionarlo por lo que la misma resulta preventiva.
También debo decir que el mismo (la conducta homicida de Benítez) esta destinado a suplir en cierto modo a la actividad defensiva del Estado que por lo tardía haría al agravio irreparable”
“Por todo ello, citas legales y doctrinarias, este tribunal oral en lo criminal, por unanimidad, resuelve:
1) Absolver libremente a Roque Benítez (...) policía jubilado (…) respecto del delito de homicidio hecho este cometido en esta ciudad día 3 de septiembre de 2007en perjuicio de Carlos Alejandro Suárez, por haber actuado el mismo en legitima defensa de su persona y de terceros. (…)
4) Restituir al imputado el revolver calibre 38 (…) y las correspondientes credenciales las que se encuentran secuestradas en la fiscalía. (…)
Con la misma, el Tribunal conformado por los jueces Carnevale, Martinelli y Sueyro en unanimidad, cristaliza el permiso de matar preventivamente ante la duda, y, si por casualidad existe el estorbo de personas que reclamen por los derechos humanos de las victimas, prontos a auxiliarlos estarán los guardianes de la “justicia”, absolviendo al homicida y devolviéndole su arma reglamentaria, por si la necesita para volver a asesinar a sangre fría.
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