martes, 23 de marzo de 2010

TORTURAS EN COMISARIA DE MAR DEL PLATA


Golpes y torturas en el interior de la comisaría tercera
de Mar del Plata

Dos testimonios, por dos situaciones distintas y en dos días diferentes,
dan cuenta de violentos tratos de los uniformados sobre los detenidos.
Las presentaciones fueron realizadas en las fiscalías correspondientes,
que darán curso a la investigación. Uno de los jóvenes tiene un drenaje
en un pulmón, le falta un pedazo de oreja y evidencia heridas en el
rostro y la espalda.

El 10 de marzo de 2010, N.D.V. junto a otro joven ingresó a robar a
la casa de una pareja de ancianos. Cuando se daban a la fuga, fueron
detenidos y llevados a la comisaría tercera. Dentro de la dependencia
comenzaría el horror: según relató el joven de 31 años lo patearon en
la cabeza y en las costillas, lo golpearon en todo el cuerpo. Mencionó
que “se turnaban” para golpearlo, que le pegaban patadas voladoras en
el pecho, que lo golpeaban con un caño y hasta le hicieron tomar orina.
Un desmayo le habría salvado la vida.

El fiscal de flagrancia Pablo Viñas no pudo tomarle declaración
porque el joven fue llevado al Hospital Interzonal. Cuando fue dado de
alta y el representante del Ministerio Público tomó conocimiento de los
hechos, realizó una presentación de oficio: la denuncia fue promovida
por el propio fiscal.

De acuerdo a lo relatado, N.D.V. fue tirado desnudo a una celda y
comenzó a vomitar sangre. Llegó a escuchar que había llegado un médico
de la policía que decía: “A este no hay que llevarlo al hospital, hay
que llevarlo a la morgue”. El joven comprendió que los uniformados
dejaron de pegarle porque lo dieron por muerto.


Los hechos fueron denunciados ante el Juzgado de Garantías Nº4, a
cargo de Juan Tapia, donde se realizó una audiencia, se sacaron
fotografías, se filmó el relato de los hechos y se dio intervención a
la Fiscalía de turno. Las imágenes dan cuenta de una venda que oculta
el drenaje de un pulmón, evidencian que le falta un pedazo de oreja y
en la nuca presenta heridas como si fueran de un borceguí. La grave
situación también fue comunicada al Comité contra la Tortura y la
Suprema Corte de Justicia Buenos Aires.

11 de marzo de 2010. I.F. fue detenido por el robo a un locutorio.
Sin embargo, en la audiencia oral de flagrancia, el fiscal de la causa,
Pablo Viñas, pidió su libertad por no existir elementos que lo
vincularan con el hecho.
De todas maneras, debió sufrir también métodos de tortura dentro de
la seccional tercera. I.F. relató ante el magistrado que promovió la
denuncia que lo llevaron “a la vuelta de guardia”, lo hicieron
arrodillar y lo mantuvieron más de una hora en esa posición. Cuando se
caía, uno de los policías que estaba en la dependencia, “gordito,
bajito, morocho, de cincuenta años aproximadamente, muy nervioso”, lo
levantó de los pelos y lo golpeó en distintas partes del cuerpo,
mientras le decía “hacete cargo”.


En el informe médico -firmado por el médico de policía Adolfo
Peñeñory horas después de su detención- no consta ninguna lesión, pese
a que cuando fue conducido al Juzgado de Garantías Nº4, dos días
después de su aprehensión, las lesiones resultaban visibles, como quedó
documentado.
I.F. explicó que desde la seccional lo llevaron al médico, fue
atendido por una 'persona con guardapolvo verde, amigo de dos policías
que estaban allí, que se conocían porque se saludaban'.

El muchacho
aclaró que cuando llegó tenía los ojos y las manos hinchadas. El
médico, de todas maneras, no le preguntó nada. I.F. le comentó que le
dolía la costilla y le dijeron que no era nada, luego de sacarle una
radiografía.


El juzgado promovió la denuncia respectiva por estos hechos,
remitiendo copia de lo actuado al Comité Provincial contra la Tortura y
a la Secretaría de Relaciones Institucionales de la Suprema Corte de
Justicia de la Provincia de Buenos Aires.

En la denuncia por el caso de N.D.V. interviene la Fiscalía Nº7 (IPP
5313/2010) y en la denuncia de I.F., la Fiscalía Nº10 (IPP 5207/2010).


Castelli pidió investigar con “total objetividad”

El titular de la Jefatura Departamental, comisario mayor Norberto
Castelli, dijo desconocer los hechos denunciados. “Ante la policía no
hubo ninguna denuncia. La Justicia es quien debe investigarlo”, sostuvo
en comunicación con El Atlántico.

Consultado por la gravedad de los episodios de violencia y tortura,
el jefe policial dijo: “Desde que estoy a cargo, es la primera vez que
se producen hechos de las características de los denunciados. Habrá que
investigarlos con total objetividad para determinar fehacientemente qué
sucedió”.
En caso de comprobarse los aberrantes hechos, dijo que “indudablemente se tomará algún tipo de medida”.

Por Belén Cano
bcano@diarioelatlantico.com

1 comentario:

  1. TOTALMENTE EN DESACUERDO CON LAS TORTURAS DE NINGUN TIPO O CLASE. PARA CASTIGAR O CORREGIR AL DELINCUENTE ESTAN LAS LEYES Y PARA CASTIGARR AL CIUDADANO, ABUELAS/OS, TRABAJADORES, CHICOS, MADRES EMBARASADAS Y PUBLICO EN GENERAL ESTA LOS POBRES DELINCUENTES QUE CUANDO ARBITRARIAMENTE SON DETENIDOS DESPUES DE PERPETRAR UN ROBO U O HOMICIDIO SON SALVAGEMENTE GOLPEADOS EN LAS COMISARIAS?????.

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